lunes, 8 de diciembre de 2014

Las Fiestas de Quito

Estamos terminando una semana que marcó el final de una celebración muy especial para los quiteños: un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad de Quito. Este año celebra sus 480 años, una ciudad muy orgullosa de su cultura, de sus costumbres, y que realmente lucha y se esmera por encontrar un lugar en el corazón de quienes la visitan, o vivimos en ella.
No tengo espacio suficiente para decir todo lo que se hace aquí por resaltar los valores y el orgullo por el origen, por la gente, por el paisaje, por la calidad de vida, por la atención que se ofrece a quien llega, a quien pregunta una dirección , y a quienes se montan en el Bus Turístico de dos pisos que sale todos los días a recorrer sus calles y leyendas.
Tuvimos la oportunidad de disfrutar varios conciertos esta semana. Entre ellos, Rubén Blades y Sting, en el parque Bicentenario... Si. Leyeron bien: Rubén Blades y Sting. El mismo día, el mismo concierto. Se pasaron...
El sábado 6 de diciembre, Ricardo Montaner y un grupo de artistas locales, se presentaron al sur de Quito.
Otro que nos llamó la atención, fue un concierto al que asistimos, sin saber muy bien de qué se trataba, pero el escenario valía la pena: el Centro Cultural Itchimbía.
 El Palacio de Cristal, fabricado originalmente en el año 1916, en Hamburgo, y traído e instalado en Quito en 1920, albergando el antiguo mercado de Santa Clara
Tarima, y al fondo, el volcán Guagua Pichincha.

Agrupaciones sur americanas de Rock se dieron cita en este lugar. Además compartimos con unos nuevos amigos que tienen un mes y medio en Quito: Max e Iván. También venezolanos

Meudy, Max, Iván y yo.
Un rincón idílico en medio de este parque...


Un entorno espectacular para cualquier evento.

Y si me da nostalgia por la comida venezolana?...

Esta tarde tuvimos la oportunidad de comer un asado negro que estaba espectacular. Conseguimos un lugar que está ubicado en la Av. de Los Shyris. Se llama Arepas ToGo, y lo atiende su propietaria, la Sra.  Judith. Tienen pabellón, arepas, tequeños, asado negro, y un menú ejecutivo diario.
En esta época de navidad, ya nos ofreció hallacas, pan de jamón, pernil, ensalada de gallina (bueno, de pollo), y dulce de lechosa... Seguro que por comida no nos vamos a sentir que falta algo. Gracias a Judith y a otros emprendedores que han montado su negocio aquí, y que nos han traído algo de los sabores que tanto amamos los venezolanos, y que cuando estamos lejos de casa, más extrañamos. No sabíamos que nos hacía tanta falta, pero cuando lo probamos, nos transportamos a Caracas...
Habíamos sido bien pragmáticos hasta ahora. Ya que estamos en un país nuevo, quisimos convivir con la cultura, con la gente, con las costumbres, y con la comida. Vamos a enriquecernos con nuevas sensaciones, nuevos sabores, nuevos ingredientes. Maneras diferentes de entender la cotidianidad. Pero hoy, sucumbimos. Se nos salió la raza. El gentilicio. Nos pegó la nostalgia por el sabor de lo conocido. Lo que sabemos qué es. Lo que reconocemos porque nos lo preparó la abuela, la mamá, la tía que cocina sabroso.
No sé qué tan exitosos son estos negocios. La verdad es que son muy puntuales. Muy específicos. Muy a la medida de un grupo no tan numeroso como para mantener ocupado un fogón y rentabilizarlo. Pero hoy agradecemos a estos embajadores, que a lo mejor sin saberlo, hacen mucho más por los venezolanos, por nuestras costumbres y nuestra cultura que los que habitan, "trabajan" y viven de agregadurías profesionales, y cuyos resultados para nosotros son por decir lo menos, nulos.
Para que los tengan en el radar, tenemos información de que hay cuatro restaurantes en Quito: El Budare, La Reina Pepiada, Arepas ToGo y el Na Guará.
Ya los iremos conociendo todos.